Nuestra vida es el pasado. Es decir, recuerdos pasados. Y aparentemente están muy aferrados a nuesta mente.
Y nos preguntamos “¿es posible mirar sin el conocimiento de ayer?”
Y abandonamos, y seguimos como antes; discutiendo, molestando, pelenado, desdichados, infelices.
Pero uno ve realmente que el conflicto debe existir entre dos seres humanos y, por lo tanto, con el resto de la humanidad mientras exista ese concepto de “individuo”, con sus propios recuerdos particulares.
Y ver esto es actuar, no posponer la acción. Cuando se pospone la acción, el tiempo está involucrado. Y durante la postergación, tienen lugar otras cosas, surgen problemas y complejidades.
Acción es percepción y acción instantánea, de modo que el cerebro no esté obstruido por los problemas.
¿Por qué los seres humanos tienen problemas?
El significado etimológico de la palabra problema es “algo que me arrojan”, que es un desafío.
Nuestros cerebros, desde la niñez, están educados para resolver los problemas.
Desde la niñez, pasando por la escuela, el secundario, la universidad, el trabajo y la familia, todo se ha convertido en un problema que debe ser resuelto. Entonces, tratamos a la vida como un vasto problema, porque nuestro cerebro está adiestrado de esa manera.
Nunca nos topamos con algo fácilmente, felizmente, sino que se convierte en un problema a ser resuelto. La relación se ha convertido en un problema. Y cuando tratamos de resolver un problema surgen otros problemas de esa misma solución.
¿Podemos mirar a la vida no como un problema, aunque los problemas existan, sino teniendo una mente libre de estos?
Los problemas existen. Pero si mi mente está libre de estos, entonces puedo enfrentármeles más fácilmente.
Pero si mi mente está educada, condicionada para tratar con problemas, entonces aumento mis problemas.