
Podrán torturar mi cuerpo, romper mis huesos e incluso matarme. Pero así obtendrán mi cadáver, no mi obediencia.
  
Cuando se asesina a un Rey, no se le mata en la oscuridad. Se lo mata donde toda la corte pueda verle. 
Siempre se puede comprar la mitad de los pobres para matar a la otra mitad. 
Sólo recuerda que fui tan bueno como cualquiera, y mejor que la mayoría.
 
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