No nos olvidemos de Cabezas

José Luis Cabezas, mayor emblema de lucha del periodismo argentino en pos a la libertad de expresión, marcaba en 1996 un antes y un después en la prensa;
El 16 de Enero lograba la foto más buscada; la del empresario Alfredo Yabrán, identificado como Jefe de una mafia enquistada al poder. 
A semejante pez gordo, nadie le conocía la cara hasta que José Luis logró fotografiarlo. 
Y publicar la foto como portada de la revista Noticias.
El 25 de Enero, José Luis apareció en un descampado dentro de su auto; calcinado, golpeado, con dos balazos en la cabeza y las manos esposadas en la espalda. 
Las características mafiosas del crimen quisieron advertir a quienes hacen periodismo que esa libertad de información y expresión tiene límites marcados por el poder. La mayoría de las veces, el mismo que votamos cada cuatro años. 

Alfredo Yabrán pocas veces aceptó entrevistas. 
- "No vayan fotógrafos" "Sería como pegarme un tiro en la frente" solía decir. 

Eduardo Duhalde, entonces Gobernador de la provincia de Buenos Aires, decía que era un mensaje mafioso de la policía hacia su gestión.
- "Me tiraron un cadáver" dijo.

Carlos Saúl Menem, entonces Presidente de la Nación parecía estar implicado en los casos de corrupción que Cabezas investigaba. 
- "Justicia y resolver el caso" prometió.  

Lo cierto es que hoy Cabezas, padre de tres hijos, no está; 
La libertad de expresión y de prensa sigue manejándose en pos del poder; 
TODOS los asesinos confesos de José Luis están libres (por el beneficio de la ley de 2 x 1, mérito de la era menemista)
Los jueces personificados como "La Justicia" hicieron que los que acallaron la voz de Cabezas para siempre, pudieran volver a caminar impunemente por la calle.

Es uno de los miles de casos indemnes  que día a día nos toca soportar. Que sus muertes no sean en vano; que se aprenda de cada ejemplo, que se nos abra la cabeza y tomemos conciencia, y nunca olvidemos.

Un grito une a los trabajadores de prensa del país y multiplica su fuerza cada 25 de enero: 
¡Cabezas, presente! ¡Ahora y siempre!