¿Por qué el pensamiento colectivo de la sociedad es como es? Condena al diferente, al que es como es en realidad.

¿Con qué fin? Mantener el "orden" de lo "normal".

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Y así se crean seres hipócritas, que transmiten la misma mierda que absorbieron como esponjas del ambiente, de la televisión, de las palabras; de la misma sarisista sociedad que se encargó de escarbarles el cerebro hasta destruirle las ideas más originales que jamás hayan podido tener. 

Solía sentirme rara en la pre adolescencia;

Que masturbarse está mal; no te podés dar placer a vos mismo, ni conocerte, porque es sexo.

Que estar con más de una persona es de puta;

Que los chicos con las chicas, que no se hable de homosexualidad.

Que ponerte de novio, que compromiso, que relación;
Que el amor es monogamia, que es encontrar el amor;
Que no estés con nadie que no conozcas bien porque sida, vih, enfermedades, sexo y placer;

Que la marihuana es una droga adictiva y te hace ver otra realidad;
Que salir de noche, cuidado con que te secuestre, te roben, te violen, te maten, o que miedo.
Que no protestes contra el profesor; menos con el director!
Que hacé buena letra con todos, nunca sabés cuándo vas a necesitar algo del otro;
Que vestite, hablá, comportate, comé, caminá "como la gente"
Que terminás la escuela y vas derechito para la facultad;
Que viaje de egresados, fiesta de egresados bueno, hacé lo quieras porque folclore.

A medida que fui creciendo, el sentido común me hizo conocer que en nada estaba de acuerdo con los valores de este colectivo; no como lo ve.
Porque ví, sentí, olí, escuché, probé y volví a probar hasta encontrar lo que creía mejor, más justo para mi pasaje por la vida, y la del resto.
Por supuesto que no tengo la razón de nada, ni de todo; me caí, fallé miles de veces. Pero me conformo con lo que hice hasta ahora, me arrepiento de otras tantas pero no vivo martirizándome con el pasado. Lo malo que pasó, pasó a ser experiencia para no volver a repetirse. Listo, chau.
Al principio es lógico que me sienta triste, pero al tiempo me alegro por darme cuenta de todo el quilombo mío y saber que necesito cambiarlo para vivir mejor. Por mí y el resto. No por una sociedad roboticamente enferma.
¿Por qué a la gente le cuesta tanto entender esto? no es difícil, por favor.
Soy feliz con todo lo que puedo hacer todavía; irme de viaje, conocer, ayudar, vivir. Incluso a la vuelta o en la esquina. En lo simple y en lo cotidiano. En lo nuevo, en el andar y en el camino. Sea acompañada o no.